Esta técnica consiste en la infusión subcutánea de dióxido de carbono para el tratamiento de la grasa localizada. Varios estudios describen la eficacia de la carboxiterapia demostrando reducciones medibles en las regiones de la circunferencia del abdomen, los muslos y las rodillas. También hay pruebas de la remodelación del colágeno inducida por las inyecciones intradérmicas de CO2. Esta técnica también se ha utilizado con frecuencia para cambios cosméticos como la celulitis, el rejuvenecimiento de la piel facial, la alopecia, las ojeras y las estrías. Se recomienda su uso después de una cirugía de liposucción, mejorando el aspecto de la piel y disolviendo los depósitos de grasa para que sean eliminados de forma natural por las vías linfáticas.
El CarboSkin regula la presión de salida de CO2, La unidad está controlada por microprocesadores, que a través de su pantalla permite seleccionar los protocolos establecidos para patologías estéticas o mediante el uso de la opción de programación manual, permite programar dosis totales y parciales de CO2.
CarboSkin está diseñado con estándares de seguridad como señales de advertencia en caso de:
- Baja presión,
- Cuando se purga el sistema
- Cuando el sistema está listo para su aplicación
- Después de completar cada una de las dosis